¿Donde está la espada de Damocles?

Que nadie se mueva: ¿Donde está la espada de Damocles? Si yo, una persona insignificante, me doy cuenta de la falta de justicia en la justicia. . .Si yo, que nada aporto al mundo, me doy cuenta de que mi nula aportación es más beneficiosa que las decisiones de los supremos. . . .Si yo, un individuo criado en el mas mundanal ruido de la existencia, soy capaz de oír los gritos de las víctimas. . . . . Cómo es posible que las personas que están por encima de las leyes, pues no las necesitan porque son capaces de auto-gobernarse, sean los que cometen las mayores injusticias. . . . ¡¡¡Y encima cuando se les pone en duda: se ofenden!!. . . ¿De qué se ofenden? si con cada fallo que comenten nos comprometen. Comprometen nuestro estado de derecho, nuestras libertades y sobre todo nuestra seguridad. Miran hacia otro lado y nos tratan a todos por igual. . . pero no todos somos iguales. Y si no; miren mis manos; mis manos no están manchadas de sangre!. Al igual que no lo están las manos de la mayoría de la gente. En cambio, ustedes; infravaloran día a día esta cualidad y menosprecian la vida de los ciudadanos concediendo permisos que terminan en nuevas violaciones, asesinatos o atentados. Y tienen la poca verguenza de justificar sus repetitivos errores escudándose en la constitución o en qué las leyes no se pueden cambiar, pero cuando se infrige publicamente algún derecho de la constitución española, actuan igual que cuando un violador les pide ser castrado químicamente; se olvidan de las niñas a las que ha violado, se olvidan de la cadena perpetua con la que tendran que convivir el resto de sus dias . . . . . . y miran hacia otro lado. . . . es patético!!. Por último; todos los días hay juicios de responsabilidades. Somos responsables de nuestras decisiones y del daño que ocasionen. Si una persona instiga a otra y esta ultima termina suicidándose, el instigador sera condenado por sus actos. . . . . . . . . . . . . .y entonces; qué pasa con "sus responsabilidades" (a buen entendedor, pocas palabras bastan) “Si la espada de Damocles se tambaleara sobre sus cabezas segúramente no cometerían tantas injusticias” Jim