20 dic 2009

Por un desatino

Habiéndose olvidado del reflejo de su alma, pensó en ella con el corazón espeso, la mente vacía, la paciencia alejándose y la razón enfrentada. Batallas mas largas no se han conocido, qué las contadas en las cruzadas, y las que sufría por un desatino.
Truhán de palabra fácil; canalla de lengua viperina; mentor de doncellas presumidas. No quiso reprimir sus palabras, ni su lengua, ni su lanza, ante la doncella que más mandaba; y terminó la noche danzando, sobre la reina de aquel palacio.
Enterosé el Rey de aquel encuentro, y le condeno a muerte en la plaza del reino. El castigo fue ejemplar, pues debía salvar su honor, su amor, y su dolor. Le arrodilló en la plaza del pueblo y le despojo de sus tres talentos; cabeza, lengua y lanza.
Jamás nadie olvido la imagen de aquel día, pues el orden era lo que más dolía. Primero el armamento, después la víbora qué portaba dentro, y por último la cabeza; asegurándose así que el reo estaba despierto hasta el último golpe de efecto.
Besos
Jim

5 comentarios:

  1. buff..que dolor, lanza (jejeje), lengua y cabeza...

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  2. Imitando, por única vez, tu fina ironía me animo a usar esta frase que no sé a que folklórica canción pertenece "No hay que
    perder la cabeza por amor..."-

    Un texto muy bien escrito.
    ¡Felices fiestas y en muy buena compañía!

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  3. M dejas sin palabras como siempre !!siempre tienes algo bueno q publicar jim,eres genial,a aveces es normal perderlaa,pero weno son cosas q pasan..jejeje,
    1besotee mu gordoooooo
    xaooo

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  4. La VENGANZA nunca es buena, mata el ALMA y la ENVENENA.

    Jim.........Buen relato está estupendo.

    Un besote fuerte para todos.

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  5. Jim, te falta la musica medieval y el juglar cantando y danzando!

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