Y las lágrimas caerán.
Arrastrándose por las mejillas se deslizan hacia el abismo,
ese mismo abismo que te atrapa y te ciega en momentos de dolor
,apagando la realidad, para arrastrarte a otro lugar
en este mismo lugar.
La cabeza parece estallar una y otra vez, una y otra vez, una y otra. . .
Corres. Corres para salvarte.
Y mientras corres, ves imagenes pasar,
el tiempo transcurrir, los días convirtiéndose en noches y las noches en días.
Suspiras esperando el final, aunque no dejas de correr.
Meses mas tarde te preguntas por el ayer
y descubres que no recuerdas las frases pronunciadas,
confundes los días y las noches
y vagamente recuerdas los sitios recorridos en tu huida.
Solo corres.
Tal vez sería mejor parar. . . tal vez.
La angustia se apodera de ti.
Y cuando menos te lo esperas...tropiezas y caes.
Intentas poner las manos en el suelo inexistente,
así que te alegras al darte cuenta que por fin todo ha acabado.
De repente...¡despiertas!.
Todo ha sido un sueño y rompes a llorar
al darte cuenta que todo sigue igual.
Y las lágrimas caerán.
"Por mucho correr existen cosas de las que no podemos escapar"
Ojala el correr fuera la solución...
ResponderEliminarHay veces que esa es la forma que tiene la vida de demostrarnos lo que realmente es, a veces demasiado pronto y sin sentido...
PD: Solo sé que no sé nada...