9 oct 2008

Caer en ti

-Como de costumbre salgo de aquel bar con más sed que la noche anterior y menos ganas de comprender lo que me está ocurriendo.
Tomo un rumbo cualquiera y mientras camino, mi cabeza comienza a divagar. Entre pensamientos, y recuerdos, no dejan de aparecer sus ojos, aquellos grandes y envolventes ojos color miel. La mañana despertó hambrienta y a pesar de ser poco más de las ocho, ya puede notarse el angustioso calor, que junto con la humedad y las miles de burbujitas de la noche, consiguen surtir un efecto en mí de sutil aturdimiento.
Las calles empiezan a llenarse. Figuras borrosas caminan presurosas de un lugar a otro. ¿ Sera lunes para mí también ?. Todos parecen defraudados...unos seguramente por querer permanecer demasiado tiempo dentro de sus lujuriosos sueños y otros por no poder controlar alguno de sus frustrados deseos. Yo, sin embargo, hace meses que no consigo soñar. . . Una melena cobriza consigue arrancarme de mis pensamientos y comienzan las dudas . . . . ¿Será ella...?
Mientras el viento juguetea dulcemente con sus largos rizos, brota en mí una nueva esperanza. -¡Esto es absurdo! Creo que comencé a enloquecer. . .hace diez meses que no sé nada de ella. Demasiado alcohol, pero. . .¿ y si fuera ella. . .? Si consiguiera ver su rostro podría saberlo con rapidez. . .
No, no es. Sigo caminando.
Esta nueva decepción consigue cambiar mi rumbo hacía ninguna parte. Tan solo la brisa fresca me saca por momentos del doloroso recuerdo de su cuerpo, otorgándome nuevamente el control de mis actos. Decido bajar la calle central del pueblo, pues sé que al final me aguarda el mar.
Al llegar, la playa esta desierta. Siempre me gustó venir temprano, descalzarme y dejar que las olas acaricien mis pies con arena mientras camino a lo largo de toda la orilla, disfrutando así de la tranquilidad que me proporciona mi soledad.
¡El agua está mejor que nunca! ¿ Quién diría que es octubre ? Mientras el agua refresca mis pies cansados, el sol comienza a resentirse. La brisa dejó de emerger su autoridad hace minutos, y el viento es ahora dueño de la calma. Las olas rompen unas contra otras. Discuten, se enfadan y gritan tu nombre. Todas quieren contarme algo, todas desean alcanzar la orilla.
Las horas de insomnio pesan cada vez más sobre mis párpados. Mis piernas deciden por mí rendirse al cansancio y dejan que me desplome. Tirado en la arena consigo cerrar los ojos y darle otra oportunidad al sueño perdido.
Mientras permanezco inmóvil percibo un sonido apenas inexistente que quiere sobresalir ante los insistentes gritos que te llaman. Quieren advertirme, me piden que me aleje, desean que deje de buscarte. El tiempo pasa y mientras el sol recorre el hermoso cielo, esas voces protectoras se van acercando cada vez más. Algunas olas consiguen tocarme los pies, aferrándose a mi piel, pero procuro que nada interrumpa tú retrato imaginario. El viento empieza a silbar con fuerza, consiguiendo calmar tanta insistencia mientras que la arena revolotea alrededor azotando con brusquedad mi cuerpo. Poco a poco, consigue ganarle espacio al mar, alejándome cada vez más de las advertencias, protegiéndome, ocultándome bajo una fina capa de cálida arena.
Inmovilizado por completo, bajo aquella presión tan cálida, me abandono por completo en tu recuerdo. ¡ Qué bien puedo verte ahora ! casi puedo percibir tú olor. . . En un instante todo se calma. Las nubes dejan paso a los primeros caprichosos rayos de sol; las olas callan sus miedos para susurrar melodiosas palabras; el viento pierde su furia y la arena deja de amontonarse granito a granito en mi cara para darme la oportunidad de coger una bocanada más de oxígeno. Entonces... todo se envuelve de ese olor dulce, y escucho tú voz, que tan suave como siempre me pide que abra los ojos. ¡Que preciosos ojos...!. ¿ Eres tú esta vez?. Estas más bonita que nunca. Mientras me sonríes me tiendes tú mano y sin dudar esta vez la estrecho con fuerza y me incorporo. La arena comienza ha abandonar mi piel y mientras camino a tú lado no dejan de surgir dudas. Me da miedo dejar de mirarte por si volviera a perderte. . .pero tu sonrisa calma mis nervios y comienzo a disfrutar de tú presencia.
Según nos alejamos del punto donde partimos, las dudas desaparecen. Ya no busco que me hables de lo que pasó, no hay miedos que emborronen mi felicidad, ni siquiera puedo recordar el significado de la palabra “dolor”. Tan solo estamos tú y yo.
Publicado por Jhoy
Deseo que os guste. Lo escribí en mis vacaciones en uno de esos días en los que necesitas dejar volar lo que te ocurre por dentro, y después de tanto paisaje maravillososo visto, era imposible no escribir acerca del mar.
Respecto al final. . .hay gente que dice que solo se escribir finales tristes, así que lo he dejado un poco en la imaginación de la persona que lo lee.
Jhoy

8 comentarios:

Jim dijo...

Ya sé que parece un poco largo. . . pero solo excede del folio permitido(tamaño letra 10) unas 5 líneas. . .

Además, está lleno de sentimientos y recuerdos. . .una mezcla entre realidad y ficción que puede terminar de cualquier forma . . .me gusta. . .

Muy bien Jhoy!

Besos a todos
Jim

Anónimo dijo...

Realmente hermoso Jhoy, muy muy bonito. Si cierro los ojos y presto atencion puedo ori el rumor del mar..ummm..que gustitooo

Un beso enorme Jhoy!!..que gran descubrimiento!! eh Jim?

Jim dijo...

Puf!!! y eso que la tengo que frenar para que lo reduzca a un folio, pero tengo un relato de 16 hojas INCREIBLE!!!

Es toda una escritora!!

Anónimo dijo...

El tamaño del texto asusta jejeje, pero cuando terminas de leerlo sabes que he merecido la pena el esfuerzo, jijijijijiji

Muy bien Jhoy y envianos mas mas mas

Besitos

Marta dijo...

Eheeem! yo no digo nada pero aqui alguien tiene comprado al sr. del Blog(osease a Jim), esto es más de un foliooo!!!si o si?? jajaja en todo caso...sobornos a un lado, un gran escrito Jhoy! felicidades! ;-P

Beso para ti, colleja para Jim!jeje

Maria Muffin dijo...

Una historia interesante, lo que más me gusta de todo es que no cerrases el final.
Si que pienso que a veces los finales tristes saben mejor que los finales felices.

Un beso

rakelam dijo...

Jhoy... estupendo relato!!! muy bonito... y al final cuando dices... "Ya no busco q me hables de lo que pasó, no hay miedos que embrorronen mi felicidad, ni siquiera recordar el significado de la palabra "dolor". Tan solo estamos tú y yo."
ufff, se nota que está completamente enamorado,

Otra vez digo... ¡¡enhorabuena!!

Un besote

Anónimo dijo...

Increible Jhoy!! es mágnifico!! tienes que seguir escribiendo, ehh?? que lo haces muy bien!! El mar inspira bastante... me puedo poner en su piel...y...puff...los pelos de punta!! Queremos más y más... nos tenías ocultado ese lado tuyo, eehh?? aunque hemos leido unos cuantos "relatos" tuyos y son magnificos, sigue así guapisima!!

Besicos locuelos!!